De acuerdo con declaraciones del dueño de la casa, Even Borthen Nilsen, por la noche, cuando los propietarios estaban ausentes, una osa y tres de sus cachorros irrumpieron en su domicilio tras romper la pared exterior de la casa, informó The Local.
Los animales ya en el interior se comieron todos los dulces, incluída la miel, y bebieron un centenar de latas de cerveza. Además, según Nielsen, los osos, rompieron una cama, abrieron todos los armarios y arrancaron los estantes de las paredes.
La madre y la abuela de Nielsen, al regresar a su casa en la mañana, encontraron el desastre y de inmediato se dieron cuenta de quién era el culpable ya que en el suelo encontraron excremento de oso y huellas de sus garras.
Este no es el primer caso, que involucra a osos. En el otoño de 2011 en Tennessee, un oso atacó una tienda de dulces, donde comió varios productos. Ese mismo otoño, un oso visitó una tienda de hortalizas en Alaska. Y más recientemente, en julio de 2012, un oso joven vagó en un centro comercial en Pensilvania.
Publicar un comentario