El visionario y co-fundador de Apple fallecía a causa de un cáncer de páncreas. El hecho conmocionó al mundo y su figura quedó presente. El 5 de octubre de 2011 fallecía a los 56 años Steve Jobs, co-fundador y ex-presidente de la compañía Apple, después una intensa y larga lucha contra un cáncer de páncreas.
La noticia entristeció a todo el ámbito de la tecnología y también a sus admiradores de todo el mundo, y sacudió los cimientos de la compañía donde Jobs era considerado un visionario, más allá de sus grandes aciertos comerciales.
El problema de salud había obligado a Jobs a abandonar el mundo empresarial para dedicarse de lleno a la lucha contra el cáncer, por lo que la dirección ejecutiva quedó desde entonces en manos de Tim Cook. Jobs había comunicado la noticia de su enfermedad un día después de llevar a cabo el lanzamiento del iPhone 4S, con el que revolucionó el mercado de los dispositivos móviles, y meses después murió rodeado de su familia.
El deceso provocó que miles de personas en todo el mundo le rindiera homenajes, en especial en las tiendas Apple Store, que se convirtieron en altares provisorios para recordarlo. Su funeral tuvo lugar en la Universidad de Standford donde dio uno de sus discursos más aclamados y recordados a unos alumnos durante un acto de graduación.
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