Varias fuentes indican que en los últimos años se ha disparado el ataque a la minería de criptomoneda protagonizado por ciberdelincuentes que tras la propagación de innumerables programas de origen malicioso, buscan explorar nuevos campos para así obtener una fuente alternativa de ingresos.
Gracias a la popularidad que va ganando la inversión en criptomonedas generada por los millones de usuarios que las manejan y el frecuente crecimiento de los valores de las mismas, ha provocado promover un nuevo tipo de delincuencia: el ataque a la actividad de minería de las criptodivisas de los usuarios.
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Según un informe anual de seguridad de Symantec, encargado de analizar 157 países, señaló que en el año 2017 hubo un aumento del 8.500% aunado a la detección de minadores de criptomonedas que se encontraban en computadores de endpoints, es decir, conectados a alguna red. También informan, que con el pequeño margen de seguridad gracias a una barrera reducida de acceso, estos cibercriminales son capaces de usar minadores de monedas con el objetivo de usurpar el poder del procesador de la computadora y también del uso del CPU en la nube, esto afecta tanto a consumidores como a las compañías encargadas de la minación de criptodivisas.
Un crimen de esta índole puede afectar el desempeño de los equipos causando en ellos sobrecalentamiento de baterías, generando lentitud en ellos y en el peor de los casos, que queden totalmente inutilizables y no solo esto, sino que también esta situación pone en riesgo las finanzas de las diversas organizaciones y a las redes corporativas debido a que se encuentran en peligro de interrupción por parte de los cibercriminales propagados en su entorno. Asimismo, hay probabilidades de que haya consecuencias financieras para la entidad y estas acaban siendo cobradas por el empleo de minadores en la nube.
Los usuarios activos en minería de criptomonedas deben saber de antemano que una puerta de entrada para estos criminales gracias a la evolución de la minería de criptodivisas con malas intenciones, serán todos aquellos dispositivos del Internet de las cosas (conocido como IoT por sus siglas en inglés). La corporación Symantec afirma que los ataques a estos dispositivos aumentaron hasta en un 600% el año pasado.
